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Costa Dorada

 

Vilaseca, cruce de caminos desde la prehistoria hasta nuestros días, a 8 km de Tarragona y a 3 km de Salou, con una población de unos 23.000 habitantes en medio de la Costa Dorada bañada por el mar Mediterráneo.

El mercado turístico es un sector prioritario en la economía de Vilaseca, sus playas y el parque PortAventura que comparte con Salou, le llevan a ser el décimo destino turístico nacional. Mayoritariamente turismo familiar, haciendo del viaje una experiencia inolvidable para grandes y pequeños. Una apuesta que se adapta día a día de una manera sostenible.

Iván, que se así se llama nuestro taxista en este municipio nos dice que el trabajo es mayoritariamente turístico, aunque Vilaseca también es importante por su industria y su agricultura. Disponen de 18 vehículos de hasta 8 plazas, y coches bajos y adaptados a eurotaxi para dar el mejor servicio de taxi.

La agrupación del taxi de Vilaseca colabora con la Fundación PortAventura en el proyecto Dreams, que fomenta el valor del ocio y los momentos de unión familiar dentro de la terapia de recuperación de las enfermedades de los más pequeños.

Vilaseca tiene tres núcleos urbanos: La Plana, La Pineda Platja y Vila-seca, que ofrecen un gran abanico de posibilidades a sus visitantes. Pasear por el pinar y el paseo marítimo, bañarse en sus playas, adentrarse en su patrimonio histórico o divertirse en sus parques temáticos, experiencias que no nos dejarán indiferentes.

Nos cuenta Iván que en Vilaseca hay muchos bares y restaurantes de tapas andaluzas y cocina mediterránea. Apuestas gastronómicas para todos los gustos, desde lo tradicional hasta lo más innovador en la cocina.

Merece la pena amanecer entre los pinos observando el azul del Mediterráneo.


 

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  Queridos compañeros y compañeras del taxi: Hoy en el día Internacional de la Mujer ,escribo estas líneas con el corazón rebosante de agradecimiento. Tras años surcando las calles como taxista, quiero dedicar este escrito a todos aquellos que han hecho posible este viaje, especialmente a las mujeres que, como yo, han elegido este camino. Ser mujer y taxista no siempre ha sido fácil. He vivido momentos de discriminación, de dudas y de miradas escépticas. Sin embargo, en este sector también he encontrado compañerismo, apoyo y la oportunidad de construir una carrera profesional plena y satisfactoria. Quiero agradecer a todos aquellos que me han brindado su confianza, a los pasajeros que han depositado en mí la responsabilidad de llevarlos a su destino, a mis compañeros que me han guiado y apoyado en los momentos difíciles y, especialmente, a las mujeres que han abierto el camino para que otras, como yo, podamos seguir sus huellas. Ser taxista es un trabajo duro, pero también gratificante

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