Carbayin- Taxi rural

El taxi rural es un servicio imprescindible para mantener vivos los pueblos. Sin estos taxistas la gente de los pueblos estaría totalmente desprotegida.

Nos adentramos en el centro de Asturias en la población de Carbayín perteneciente al concejo de Siero. Desde allí nos cuenta Juan como es su día a día: “ Mi forma de trabajo es con clientes fijos, transporte escolar, asistencia en carrera y con la gente mayor de la zona que se desplaza a Pola de Siero (capital del concejo) al médico, al banco o a la compra. Hay 59 licencias en el concejo pero yo no puedo ir a ninguna parada que no sea de mi población, aunque disponemos de un radio-taxi y si soy el más cercano al servicio puedo realizarlo”

En Carbayín se encuentra el pozo de Pumarabule, también conocido como el pozo de la Muerte, una explotación minera ya clausurada. Mucha gente de la zona vivía de la minería y con la reconversión industrial la población se desplazó a otras localidades, con lo que en la actualidad la mayoría de los habitantes son gente de mayor o casas que son segundas viviendas.

Carbayín tiene el encanto de la zona rural, antigua pero con medios modernos. Y en cuanto a la comida Juan nos destaca el Cachopo.

El concejo de Siero ofrece un marco inigualable para realizar bellas e interesantes excursiones y para disfrutar de la naturaleza.

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MI AGRADECIMIENTO AL SECTOR TAXI

Queridos compañeros y compañeras del taxi: Hoy en el día Internacional de la Mujer ,escribo estas líneas con el corazón rebosante de agradecimiento. Tras años surcando las calles como taxista, quiero dedicar este escrito a todos aquellos que han hecho posible este viaje, especialmente a las mujeres que, como yo, han elegido este camino. Ser mujer y taxista no siempre ha sido fácil. He vivido momentos de discriminación, de dudas y de miradas escépticas. Sin embargo, en este sector también he encontrado compañerismo, apoyo y la oportunidad de construir una carrera profesional plena y satisfactoria. Quiero agradecer a todos aquellos que me han brindado su confianza, a los pasajeros que han depositado en mí la responsabilidad de llevarlos a su destino, a mis compañeros que me han guiado y apoyado en los momentos difíciles y, especialmente, a las mujeres que han abierto el camino para que otras, como yo, podamos seguir sus huellas. Ser taxista es un trabajo duro, pero también gratificante

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