Queridos compañeros y compañeras del taxi: Hoy en el día Internacional de la Mujer ,escribo estas líneas con el corazón rebosante de agradecimiento. Tras años surcando las calles como taxista, quiero dedicar este escrito a todos aquellos que han hecho posible este viaje, especialmente a las mujeres que, como yo, han elegido este camino. Ser mujer y taxista no siempre ha sido fácil. He vivido momentos de discriminación, de dudas y de miradas escépticas. Sin embargo, en este sector también he encontrado compañerismo, apoyo y la oportunidad de construir una carrera profesional plena y satisfactoria. Quiero agradecer a todos aquellos que me han brindado su confianza, a los pasajeros que han depositado en mí la responsabilidad de llevarlos a su destino, a mis compañeros que me han guiado y apoyado en los momentos difíciles y, especialmente, a las mujeres que han abierto el camino para que otras, como yo, podamos seguir sus huellas. Ser taxista es un trabajo duro, pero también gratificante
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