PLAZA MAYOR y ALREDEDORES
La porticada Plaza Mayor, levantada a principios
del Siglo XVIII, está situada en el centro de Madrid a pocos metros de la
Puerta del Sol y junto a la calle Mayor. Fue antiguo coso taurino, escenario de
autos de fe, canonizaciones y proclamaciones de reyes. Sin lugar a dudas ha
sido la plaza que más ha vivido la historia de los espectáculos matritenses.
Fue devorada en varias ocasiones por el fuego, pero siempre ha sido punto de
encuentro, celebración y comercio de los madrileños.
La actual -y célebre- forma regular
de la plaza se debe al arquitecto Gómez de la Mora, que la diseñó por encargo
de Felipe III, cuya estatua ecuestre la centra. En el reinado de Carlos III, los
arquitectos Juan de Villanueva, Antonio López Aguado y Custodio Moreno
proyectaron las cuatro alturas, soportales con pilastras y fachadas uniformes
que caracterizan la plaza. Fue declarada monumento histórico-artístico de
carácter nacional en 1985.
Bajo sus soportales podemos
visitar las tradicionales tiendas de sombreros, así como las tiendas
especializadas en filatelia. En el lado norte de la Plaza podemos admirar la
Casa de la Panadería, pintada con frescos, que alberga la Oficina de Turismo
municipal. Sin duda, es uno de los lugares más agradables de la ciudad para
pasar unas horas en unos de sus muchos cafés o restaurantes con terraza.
Muy próxima a la Plaza Mayor, se encuentra la Plaza de
Herradores, en cuyo número 9 se encuentra una placa recordando que allí estuvo
la primera parada de taxi, que no eran tal como los conocemos hoy, sino sillas
de mano. Hoy en día, el situado más cercano lo localizamos al principio de la
calle Mayor.
En los alrededores, también
encontramos plaza de San Miguel con el renovado Mercado San Miguel, es el único
mercado en hierro que ha llegado hasta nuestros días, una vez desaparecidos los
formidables ejemplos de La Cebada y Los Mostenses. Está considerado Bien de
Interés Cultural en la categoría de Monumento. Un mercado del siglo XXI, donde
se da cita una gran oferta gastronómica.
Bajando
por el Arco de Cuchilleros, situado en la esquina sur-oeste de la Plaza, bien
llamada la calle de la Escalerilla de Piedra, escalerillas del viejo recinto de
Madrid que servían de comunicación entre el antiguo coso de las fiestas de
toros con la viejas “cavas” y las
misteriosas calles del Madrid de los Austrias, podemos apreciar a su derecha un
hombre vestido con un traje del siglo XiX y sujetando un trabuco. En realidad,
se trata del portero de uno de los restaurantes más típicos y conocidos de
Madrid “Las Cuevas de Luis Candelas”.
La Cava de San Miguel es una de
las calles más especiales de todo Madrid. El colorido de sus fachadas, su
inmejorable ubicación y los numerosos restaurantes y bares que hay en sus bajos
le dan un carácter especial y amigable. La Cava de San Miguel tiene una
particularidad que la hace diferente respecto de todas las demás calles del
centro de Madrid. Este signo distintivo es la pronunciada curva que
dibujan sus edificios y que, como todo, tiene una explicación.
Esta céntrica calle ocupa lo que
en su día fue uno de los fosos defensivos de la ciudad. Con el crecimiento de
la urbe estas zanjas “de seguridad” se fueron rellenando para que la expansión
fuese posible, y todas estas casas sirven de muro de contención a plaza Mayor.
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